Principios de Carácter - DILIGENCIA


Principios de Carácter
DILIGENCIA

Unidad Formativa para Padres IEAL

Lic. Maynor Salguero

Guatemala


Vivimos en un generación con valores y carácter muy débil.  Nuestra sociedad se rige con principios muy simples y con muy poca profundidad.  La Biblia ha sido relegada a un terreno puramente Eclesiástico y religioso.  Hemos sacado de nuestros vidas los principios que de ella tenemos.    Tal vez esa es una de las razones de tener jovencitos llenos de dudas y poco consistentes en sus vidas y realidad.  


¿Qué podemos hacer para cambiar esta realidad? 

¿Qué podemos hacer como padres, para formar en nuestros hijos, principios de carácter que les permitan ser no sólo excelentes cristianos, sino hijos, alumnos y personas?


Empecemos con un principio fundamental en el carácter, la Diligencia. 



DILIGENCIA

Para nosotros los cristianos la diligencia es la virtud cardinal con la que se combate la pereza, o lo que llamamos Negligencia.   La diligencia procede del latin "Diligere" que significa Amar, pero en un concepto más vago que de su similar latín "Amare" que es más general. Forma parte de la virtud de la caridad ya que esta motivada por el amor.  Dicho en otras palabras se es diligente, porque se ama aquello por lo que luchamos.  Es cuando no tenemos ningún interés por aquello que caemos en el terreno de la negligencia.  Las palabras de los chicos son: “Eso para que me va a servir” “Total, Ni que valiera la gran cosa” “Si ni lo revisan…”, etc. 


La diligencia, en sentido más alto, es el esmero y el cuidado en ejecutar algo. Una prontitud de hacer algo con gran agilidad tanto interior como exterior. Como toda virtud se trabaja, netamente poniéndola en práctica. 


En su calidad de virtud, la diligencia abarca a Dios, a uno mismo y con los demás:

  • Diligencia con Dios significa cumplir con la relación adquirida  con Él (oraciones, promesas, mandamientos, etc).
  • Diligencia con uno mismo significa no ser inactivo, no caer en la pereza, con metas fijas y cumpliéndolas a tiempo.
  • Diligencia con los demás significa poner entusiasmo en lo que se realiza con y para otros.

 

¿Haz visto un hombre diligente en su trabajo? En la presencia de los reyes estará. No estará en presencia de los de baja condición. Proverbios 22:29

 

1.     La diligencia no surge de manera natural en nuestros hijos. Es el resultado de un carácter firme. Un hombre diligente es uno que actúa inmediatamente, es uno que esta presto para actuar, es aquel hombre que es ligero para obrar, es cuidadoso, es exacto y también activo.

2.     El pasaje de Proverbios 2:29 nos enseña hasta donde lleva la diligencia a un hombre, dice la Biblia que delante de los reyes estará.    De allí que sea tan importante para la vida.

3.     Cuando se habla que el diligente actúa inmediatamente, no se refiere a actuar sin responsabilidad, o actuar alocadamente. Es actuar inmediatamente, fundamentado en la planificación y la responsabilidad.

4.     El diligente es uno que esta listo en el momento que se le requiera, es ligero para actuar, bajo el principio de la responsabilidad.

5.     Cuando nosotros comprendemos que no estamos trabajando para ningún hombre, sino para Dios entonces estamos listos para empezar a crecer en ser diligentes. Esto nos llevará a estar en lugares de eminencia.

 

EL CARÁCTER DEL DILIGENTE


1.   Cuando hablamos de ser diligente es necesario entender que la diligencia debe formar parte de nuestro carácter. La raíz hebrea de diligente lo traduce como ser veloz, versado, ejercitado, práctico, instruido. 


2.     Un carácter diligente se forma a través de ejercitar día a día esta actitud en nuestra vida, es dejarse instruir por otros que han alcanzado este nivel.


3.     El negligente no asará lo que ha cazado. La persona perezosa no tiene la energía ni el espíritu emprendedor para llevar a cabo una empresa. Pero el diligente ya posee una gran riqueza. El hombre diligente evalúa lo que ha adquirido. Proverbios 12:27.


4.     El negligente empieza a trabajar en un proyecto pero cuando se cansa, se detiene, ya no sigue. Mientras que el diligente ha entendido que no hay que detenerse cuando uno se cansa, sino cuando uno termina.


5.     Esto es lo que nos dice el texto de proverbios 12, podemos entonces decir que una de las características de un diligente es su perseverancia.


6.  El alma del perezoso desea y nada alcanza, pero el alma de los diligentes será prosperada. Proverbios 13:4. Un chico diligente es recompensada por sus esfuerzos, en contraste con el perezoso que queda empobrecido.


7.  Un chico diligente no trabaja por el impulso de otros (sus amigos), sino por el compromiso que tiene consigo mismo.


8.   Los proyectos del diligente ciertamente son ventaja, mas todo el que se apresura, ciertamente llega a la pobreza. Proverbios 21:5 Aquí aparece otra característica en la formación del carácter de un chico diligente, la habilidad para planificar.


9.   El que cuida de su higuera comerá de su fruto, y el que atiende a su señor logrará honra. Proverbios 27:18 El obrero diligente, tanto en el orden natural  como en el social no debe temer que su trabajo sea en vano.


10.  Una característica más de un chico diligente está determinada por la importancia de concentrarse en aquello que esta haciendo. Es decir, muchas veces queremos hacer varias cosas a la vez, mientras que el diligente se dedica con tesón a una. 

 

CONCLUSIÓN


¿Cómo podemos fortalecer esta virtud llamada Diligencia?  He aquí algunos consejos desde nuestra propia experiencia.

1.     Cuando designe una tarea específica a su hijo, aliéntelo a terminarla y dar lo mejor de si.

2.     Utilice muchas palabras afirmativas en el proceso de completar las acciones que  su hijo ha tomado, (bien, excelente, vamos, adelante, tú puedes, me encanta, grandioso, ánimo).

3.     Estimule las acciones terminadas y el proceso para terminarlas.

4.     Cuide que sus actividades escolares no las haga frente a distractores (TV, videojuegos, redes sociales, etc)

5.     Estimule a su hijo a trabajar una tarea a la vez.

6.     Proporcione todos los elementos que su hijo necesita para ser diligente.

7.     Establezca metas a alcanzar que sean medibles y alcanzables. 

 

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